NC 789. LEÓN XIV, ¿UNA ESPERANZA?

22.05.2025

Notas de referencia:

Fabio Battiston. 14 de mayo de 2025. Opinión / Battiston: "Lo reconoceremos por sus frutos. Una clave para comprenderlo". DUC IN ALTUM. Https://www.aldomariavalli.it/2025/05/14/opinione-battiston-dai-frutti-lo-riconosceremo-una-chiave-di-lettura/

Aldo María Valli. 19 de mayo de 2025. Querido León XIV, me has dado la primera decepción. DUC IN ALTUM. https://www.aldomariavalli.it/2025/05/19/caro-leone-xiv-mi-hai-dato-la-prima-delusione/

Es innegable que la elección de Prevost (León XIV) despertó algunas esperanzas entre el pueblo católico, especialmente en los que estaban hartos de las arbitrariedades y herejías de Bergoglio. Como es costumbre, su elección sigue siendo un misterio debido a la secrecía que se exige a los cardenales al entrar en el Cónclave, pero no por ello ha dejado de filtrarse información que da señales acerca de cómo fue que los cardenales votantes eligieron a Prevost.

No faltan las teorías conspirativas que señalan que la elección estaba "cocinada" previamente al Cónclave. Incluso señalan a diferentes grupos responsables de esta elección, como la "casi inmortal" "Mafia de San Galo", inspiradora de los progresistas, que fueron representados en este Cónclave por los discípulos de Silvestrini, -que quedó al mando del grupo a la muerte de Martini- entre los que se encontraban Parolin, Marx y Gurgerotti. Por el ala conservadora, se menciona como organizadores a Dolan y Burke, que al final, parecen haber sido los ganadores. Pero en nuestra opinión, independientemente de la acción de los grupos de poder eclesial, la elección de un no francisquista declarado, fue un voto de castigo a Bergoglio y sus seguidores. Era impensable continuar con un gobierno tan desastroso en todos los campos, como el de Francisco.

Sin embargo, en honor a quien lo merece, desde un principio se publicaron algunas notas en Duc in Altum que expresaban serias dudas sobre la elección de Prevost. Algunas de ellas son las mencionados arriba; Battiston y de Valli. Ambos expresan alguna desconfianza, y se muestran cautos, en espera de los frutos del gobierno de León XIV.

Battiston nos propone 15 claves para reconocer si hay una verdadera rectificación en la Iglesia. Y no pide mucho; sólo que se cumplan al menos 6 de ellas:

  • Renuncia a la Declaración de Abu Dhabi.
  • Restauración de la Misa de Siempre, la liturgia Tridentina.
  • Rectificación de cambio hecho al Padre Nuestro, reestableciendo "no nos dejes caer en la tentación" en lugar de la infame "no nos abandones en la tentación".
  • Revocación de la excomunión a Mons. Carlo María Viganó.
  • Reconsideración de la supresión de algunas órdenes religiosas llevada a cabo por Bergoglio.
  • Eliminación en todos los templos católicos de imágenes y símbolos paganos, como la Pachamama.
  • Eliminación de los "nuevos pecados" sinodales, enunciados por Bergoglio, entre los que se encuentran el clericalismo, el no ser inclusivos, la resistencia al cambio y las críticas a la misma sinodalidad.
  • Revisión de la postura de la Iglesia sobre la migración.
  • Denuncia de la Agenda 2030 de la ONU.
  • Revisión profunda de las cuestiones mundanas relacionadas con la ecología, el ambiente y el clima.
  • Denuncia de la falsedad del origen antropogénico del calentamiento global.
  • Cese de cualquier cargo al nefasto cardenal Víctor Manuel Fernández.
  • Rechazo a toda la ideología de género y a las comunidades LGTBQ.
  • Acción enérgica contra el Sínodo Alemán.
  • Acción decisiva y definitiva contra la Teología de la Liberación y sus seguidores dentro de la Iglesia.

Como se puede ver, sus reclamos son perfectamente legítimos. Y donde pudiera haber dudas, simplemente pide que se haga una revisión a fondo.

Pero las cosas no van bien con León XIX. Ya se declaró seguidor del Concilio Vaticano II, del ecumenismo (que rebaja al Catolicismo al nivel de cualquier religión pagana) y de la sinodalidad (que se ha manifestado como una tendencia hacia la democratización de la Iglesia). Las ramas del árbol de León se están inclinando en el mismo sentido que indicó Francisco, aunque es muy temprano para apreciar sus frutos. Por eso es que Valli afirma que ha recibido la primera decepción…

Los muy optimistas que esperan ver en León XIV al reconstructor de la Iglesia, nos intentan convencer que va en buen camino, tan solo por ser diferente a Francisco.

Es muy probable que permita nuevamente la celebración de la Misa Tradicional, según el ritual de 1962. No es poca cosa, porque la Santa Misa en la síntesis de nuestra fe, pero la Iglesia de Cristo requiere volver también a la validez y legitimidad de los sacramentos, a la evangelización como mandato divino, a recuperar la enseñanza sostenida por la Iglesia durante 2,000 años, y a su organización original, tal y como fue instituida por su fundador, Nuestro Señor Jesucristo.

No es tan sencillo. Son 60 años, desde el Vaticano II, transitando por un camino equivocado, y un ligero golpe del volante no necesariamente nos conduce al camino abandonado entonces.

Sabemos que al final la Iglesia triunfará, y que será reconstituida por Cristo, pero no es prudente cantar victoria antes de tiempo. Nuestro Señor lo advierte: En tal tiempo, si alguno os dice: el Cristo está aquí o allí, no le creáis. Porque aparecerán falsos Cristos y falsos profetas, y harán alarde de grandes maravillas y prodigios; por manera que aun los escogidos (si posible fuera) caerían en error. Ya veis que Yo os lo he predicho. Así, aunque os digan: He aquí que está en el desierto, no vayáis allá; o bien: Mirad que está en la parte más interior de la casa, no lo creáis (Mt. 23, 23-26).

El regreso a la Iglesia de Siempre deberá estar acompañada de hechos, no sólo de palabras. "Por sus frutos los conoceréis, Dice el Señor. Nos queda orar, hacer sacrificios y permanecer fieles. Seguros de que Dios y su Santísima Madre nos asistirán.