NC 790. LA POLIS PARALELA: PROYECTO DE UNA COMUNIDAD CATÓLICA
Notas de referencia:
DUC IN ALTUM. 08 de mayo de 2025. El sentido de alienación y la construcción de la polis paralela. https://www.aldomariavalli.it/2025/05/08/il-senso-di-estraneita-e-la-costruzione-della-polis-parallela/
Se trata de una nota muy interesante. Nos invita a construir una "ciudad paralela" en la urbe en que vivimos; pero una ciudad organizada conforme con los principios de vida católicos, donde gobierne Cristo Rey. No se trata de salir de la ciudad para establecer una población diferente, sino de construir una ciudad (polis paralela) dentro de la misma localidad donde vivimos.

Sin duda muy importante e interesante. Pero el construir esta polis paralela católica tiene muchas aristas que es necesario visualizar y atender. Se trata de organizar una comunidad, de las dimensiones requeridas, que tenga iglesias o capillas desde donde se brinde la dirección y asistencia espiritual, escuelas verdaderamente católicas, exclusivas para los fieles, centros de salud que tengan como fundamente el respeto a la vida y la caridad cristiana, empresas que funciones conforme a la Doctrina Social de la Iglesia, y todos los demás servicios básicos inspirados por los principios cristianos y atendidos por católicos, incluyendo clubes sociales y comercios que funcionen con las normas de convivencia social enunciadas en el Evangelio y atendidas por católicos.
Veamos algunos de los aspectos más relevantes:
- Si es una ciudad católica vista como un subconjunto de la ciudad en la que vivimos, la primera condición es que funcione alrededor de Cristo y su Iglesia. Entonces se requiere que una autoridad preferentemente religiosa que le de estructura y organización; una autoridad a la que se le reconozca esa jerarquía y la capacidad para normar la polis. Desde luego, lo idóneo sería que la ciudad se organizara alrededor de un Obispo, plenamente identificado, a la que se reconozca esa autoridad.
- Este Obispo, o en su defecto, un sacerdote, requiere una estructura de gobierno, pero con un equipo de apoyo que se encargue de organizar y crear los organismos que hagan falta. Un equipo de católicos -religiosos y seglares- comprometidos y con perfiles personales o laborales acordes a las tareas encomendadas.
- Lo siguiente que necesita una polis es ciudadanos. En este caso serían los católicos. Pero la pertenencia a esta comunidad católica estaría supeditada a los siguientes puntos:
- De manera ordinaria, los fieles que dependen naturalmente del Obispo y que voluntariamente deseen participar en esta ciudad católica.
- De manera extraordinaria, los católicos que dependan de otras diócesis, pero que deseen participar en los beneficios espirituales y materiales que brinde esa comunidad, y que además, soliciten su ingreso.
- En esta polis solo podrán participar católicos, en el sentido cabal del término: cristianos fieles a Cristo y a su Iglesia. Es decir, sólo católicos que acepten la Doctrina especialmente la Tradición, y al Magisterio perenne anterior al Concilio Vaticano II.
- La normatividad es la tarea más sencilla, pues ya la estableció nuestro Creador en la Ley Natural y los Mandamientos, acompañados por las enseñanzas de la Iglesia en cuanto a la Moral y el Culto, y a las prácticas aceptadas. La base sería la misma Doctrina de la Iglesia en materia de dogma, moral, culto y también en cuanto a la acción social de una comunidad católica.
- Las faltas serán sancionadas por la Autoridad según su gravedad, pero desde el punto de vista de la polis católica la única sanción grave será perder la membresía y los derechos derivados.
- Estas condiciones hacen necesario un registro de todas las familias que pertenecen a la comunidad católica, con el fin de planear los desarrollos necesarios y satisfacer las necesidades de sus miembros.
- La organización de la ciudad católica iniciará con un listado de las iglesias o capillas a las que pueden asistir los miembros. Lo deseable es que estos lugares de culto estén informados y expresen su deseo de participar en el proyecto, aunque no excluye a algunas que no estén interesadas, pero que contribuyan al propósito de adoración a Dios y no se opongan al funcionamiento de la polis.
- Después vienen las escuelas. Escuelas verdaderamente católicas donde el curriculum refleje la acción Creadora, Redentora y Santificadora de Dios, en las Tres Personas de la Santísima Trinidad. La historia del hombre transita por la historia de la salvación. Por ello mismo será necesaria la catequesis en la escuela, pero no exclusivamente esta asignatura. Todas las materias deben estar orientadas al fin último del hombre: a su salvación.
Las escuelas, en la medida de lo posible, deben abarcar los diferentes niveles y necesidades educativas. Si no las hay, o son insuficientes, habrá que crear las que falten.
- El costo de los servicios será proporcional a las necesidades de los profesionales y a las condiciones socioeconómicas de los fieles, de tal forma que resulten autosuficientes, creando incluso fondos para atender a los que no tienen recursos. Ningún miembro de la comunidad católica deberá quedarse sin la atención requerida. Una pequeña dosis de planeación y una grande de caridad serán suficientes. Los servicios no estarán diseñados para generar ganancias o utilidades, sino sólo para ser autosuficientes y atender a todos. Por ello es que, los servicios serán una creación dependerá del apoyo de toda la comunidad.
- Esto no significa que quienes brindan los servicios puedan contar con otras fuentes de ingresos. Pero el servicio a los católicos se cobrará dependiendo de las posibilidades de las familias, pudiendo incluso ser gratuitos para los más necesitados.
- Los servicios de salud serán dirigidos por católicos. También se requiere hacer un inventario de los hospitales, centros de salud y profesionales que puedan brindar la atención necesaria a los católicos.